En que conociste el tratamiento con Hilos Espiculados Tensores
Es el tratamiento médico estético más novedoso, un lifting sin cirugía que consigue una piel más firme, luminosa y un rejuvenecimiento facial.
Hay muchos tipos de hilos tensores para la flacidez pero en este caso vamos a hablar de los hilos de polidioxanona (PDO), por la sencillez en su colocación y los buenos resultados. El PDO es un material biocompatible y totalmente reabsorbible que es utilizado en la medicina estética y otras ramas.
Con el paso de los años, uno de los temas que más preocupa en cuanto a apariencia facial, es la flacidez y la pérdida del contorno. El tratamiento con hilos espiculados tensores nace con el objetivo de solucionar este tipo de problemas, gracias a una técnica altamente efectiva que ofrece unos resultados que se pueden apreciar de manera inmediata.
Con este procedimiento se consigue retensar la piel y rellenar depresiones cutáneas, gracias a la inserción bajo la dermis de unos hilos tensores con la ayuda de una cánula muy fina. Es un tratamiento que no requiere de cirugía, por lo que la intervención es indolora y no invasiva. Se lleva a cabo con anestesia local pero no requiere ingreso hospitalario ya que no hay heridas, solo el punto de inyección del hilo. El paciente puede incorporarse inmediatamente a su vida normal sin complicaciones, evitando, eso sí, cualquier situación agresiva en la zona indicada en los días posteriores a la intervención.
Estos hilos espiculados son muy resistentes y quedan sujetos a la piel gracias a sus espículas, pequeños salientes que facilitan su anclaje, consiguiendo crear una especie de malla bajo la misma que se encarga de estimular la producción de colágeno, elastina y otros tejidos elásticos, con lo que consiguen que se reafirme la zona tratada mejorando la flacidez y que desaparezcan pequeños surcos y arrugas.
Entre las zonas donde se pueden aplicar los hilos tensores espiculados destacan: elevación de las cejas, reafirmación del contorno facial y tensar la zona del cuello.
Cualquier tipo de paciente puede someterse a este tratamiento, su aplicación va a depender del estado de la piel y las características de cada persona. Para un resultado satisfactorio, la clave es someterse a esta práctica cuando comienzan a aparecer las primeras arrugas en el rostro ya que, además de mejorarlas, previene la aparición nuevas imperfecciones.
La duración del efecto de los hilos tensores espiculados ronda entre los 12 y los 16 meses, lo que hace que su longevidad sea mucho más duradera que otro tipo de tratamientos faciales. Gracias a su capacidad de sujeción, se puede disfrutar durante mucho más tiempo de los beneficios y las ventajas que aportan los hilos tensores espiculados y así conseguir un efecto parecido al que se obtiene con un lifting facial, con la diferencia de que el resultado conseguido es mucho más natural.
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